domingo, 1 de noviembre de 2009

DESALOJO DEL COLECTIVO 1 DE MARZO

DESALOJO DEL COLECTIVO 1 DE MARZO
SANTA ROSA. LA PAMPA
Debiéramos desprendernos de la utilización del término “desalojo” para calificar lo acontecido en la sede del C1Marzo. Desalojo remite a cuestión inmobiliaria, guarda cierta inocencia. Lo que se con-sumó hoy es más bien una canallada perpetrada por la Justicia con la complicidad y anuencia de los poderes públicos.Porque lo que estuvo en juego en el curso de la mañana no fue la restitución de una casa a un presunto propietario sino una agresión a la actividad social y cultural que tenía como sede la casa de Juan XXIII.La misma Justicia y los poderes públicos no condenaron el aban-dono de la tarea pastoral que teóricamente realizaba el culto que recla-ma la propiedad. Ese abandono de lo pastoral, con todo lo que conlleva en el campo de la esperanza y la espiritualidad, semeja al cierre subrep-ticio de las fábricas que se van de un día para otro del lugar donde actú-an dejando el tendal de damnificados.El juez, que no condenó ese abandono de una iglesia que presun-tamente actúa por concesión del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, no tuvo reparos en actuar en perjuicio de decenas de vecinos comprometidos con una tarea social donde la solidaridad, la defensa de la dignidad humana y la contención fue superior y mucho más sublime que el que ejerce cualquier secta de esta naturaleza.Desafiamos, en la consideración del último año y medio, que la opinión pública detecte una acción pública tan intensa, apasionada, en-riquecedora, popular, digna y dignificante, extendida al conjunto de la ciudad, como la que desplegó –dentro y fuera de su sede- el colectivo represaliado.El asalto a la sede no sólo entorpece la actividad sino también qui-ta la referencia, de un lugar de contención, de consulta y debate, a un elevado número de jóvenes que no obtiene las respuestas adecuadas en otros ámbitos tanto oficiales como privados.La canallada se corona con la represión feroz que también des-miente lo que se pretende como desalojo. El casi medio centenar de efectivos policiales que protagonizó el asalto golpeó a mujeres, maltrató a jóvenes y utilizó rociadores de gas con prodigalidad y fruición. Los represores emplearon toda la gama de la brutalidad con efi-ciencia y hasta con placer. No extraña que sea así. Sus cuadros están formados para hacerlo. Es la policía de gatillo fácil que asesina cazado-res, que reprime a manifestantes, que tortura en las seccionales. No de-biera extrañarnos: su hipótesis de conflicto es la juventud y la pobreza. Por que ha subvertido su función de seguridad para convertirse en poli-cía política, como en los tiempos más siniestros de la Argentina de las últimas décadas.Esto es lo que se evidenció en la jornada violenta. Esto y algo másque quizás no figure en la crónica de mañana: el compromiso del Poder Ejecutivo con la represión, la indolencia de los legisladores, fiscales y mayoría de los concejales que abandonaron a sus presuntos represen-tados a su propia suerte. Por supuesto, ningún responsable de Cultura o Derechos Humanos creyó que era necesario defender la condición humana o los bienes culturales en riesgo de destrucción, como muy bien auguró una de las oficiales a cargo de las acciones.A pocas horas de lo acontecido no quedan dudas la razón de Proughon cuando sostuvo que “la propiedad es el robo” ni de que esta justicia opera bajo la misma lógica de las inundaciones: siempre daña a los que están más abajo.(escrito por algunos compañeros de esos con experiencia y años de lucha que siempre estan apoyando al Colectivo)
www.colectivo1demarzo.blogspot.com

1 comentario:

Carina Lucrecia Giamberardino dijo...

claro que lo que les interesa no es la propiedad ni la restitucion de la misma, enfocan su operativo (solventado por lxs buenxs ciudadanxs con sus impuestos) a algo mas sutil, quebrar todo impulso solidario.
la soledad que se siente proviene tambien de que a mayor necesidad basica como comida y cuestiones cotidianas menor posibilidad de registro de esas sutilezas tienen quienes de algun modo son beneficiadxs por la accion de lxs compañerxs.Es el poder politico, el economico, sus perros de caza y algunos pobres que se "alian al agresor" para seguir en la linea limite del sistema, con esperanzas de no terminar de caerse...personas sumisas obedientes producto del asistencialismo politico. no dejemos que les compren ni que nos compren pobreza a cambio de miseria humana.